EL DUENDE NICOLÁS
El Cole de
Obispo Nieto se había quedado pequeño para acoger a todos los niños y niñas,
además estaba ya un poco viejito de tantos y tantos años como habían pasado por
él. Por eso alguien decidió construir uno nuevo. En muy poco tiempo estuvo
acabado. Ahora todos los niños y niñas tendrían muchos espacios para jugar y
aprender. Pero, faltaba algo, o mejor
dicho, alguien que pusiera un toque de magia e ilusión... Eso que cada niño y niña
necesita para crecer.
Así, un buen
día, al llegar al Cole, todos descubrieron con sorpresa y mucha alegría que
alguien muy especial había dejado un mensaje junto a una gran foto. Decía así:
“Queridos niños y niñas, soy el duende Nicolás
y he venido para quedarme con vosotros. Estoy deseando oir vuestras risas,
poesías y canciones, contemplar vuestros juegos y cuánto creceis y disfrutar de
todas y cada una de vuestras aventuras. Yo, de vez en cuando, os dejaré alguna
sorpresita y os ayudaré a aprender muchas cosas. Besitos. Nicolás.”
Desde aquel día, cuando
alguien entra en el Cole de Obispo Nieto siente que algo especial está ocurriendo allí...
Es porque tiene... “duende”